Pues la moda ahora es hacer radiografías al niño ante cualquier mínimo síntoma de improbable neumonía.
Esto es, tú llevas al niño al pediatra por un catarro. El pediatra "oye" mal los pulmones y te manda hacer una radiografía de torax. Al final no es más que un catarro.
Otro día, tú llevas al niño al pediatra por un catarro. El pediatra "oye" mal los pulmones y te manda hacer una radiografía de torax. Al final no es más que un catarro.
Un tercer día, tú llevas al niño al pediatra por un catarro. El pediatra "oye" mal los pulmones y te manda hacer una radiografía de torax. Al final no es más que un catarro.
No he tenido un problema con el botón copiar, es un caso real: un niño de 2 años ha sido sometido en tres ocasiones (a lo largo de un año) a diferentes a radiografías de torax por una sospecha de neumonía. Ni que decir tiene que todas las veces no eran más que simples catarros.
La neumonía es peligrosa y hay que tratarla. Pero también es peligroso un uso indiscriminado y gratuito de radiografías (en los niños sus efectos son más perniciosos que en adultos). Y los niños se acatarran muchas muchas veces, ¿es necesario una radiografía cada vez?.
La propia Asociación Española de Pediatría aconseja realizar radiografías exclusivamente en los casos estrictamente necesarios. Será por curarse en salud pero cada día es más común que los pediatras se saquen una radiografía de la chistera como remedio para todos los males del niño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario