Estando una vez con mi hijo en la consulta del pediatra, una enfermera novata entró para contarle que qué contestaba a una madre que preguntaba si podía dar agua a su bebé.
Este hecho es real y tengo mucho que comentar. En primer lugar, hablar sobre el estado de confusión en el que entra una madre al dar a luz, para la que todo son dudas y desconocimiento, hasta las cosas más elementales.
En segundo lugar, la preparación del personal sanitario que permite que en una consulta atienda una enfermera que no sabe contestar a eso.
La conversación fue más larga: la enfermera contaba que como hacía mucho calor, la madre preguntaba si entre toma y toma de lactancia natural podía dar un poquito de agua al bebé.
Yo me quedé estupefacta ante la situación. Bien es cierto que a los bebés no conviene darles líquidos en abundancia como agua y zumos para que no tengan una falsa sensación de saciedad. Pero de ahí a darle un poco de agua a un bebé en el mes de junio...
Que una enfermera no sepa contestar a eso y se lo tenga que preguntar al pediatra me entristece enormemente.
¿No creeis que deberíamos guiarnos por nuestra intuición como madres, en vez de buscar las respuestas en una enciclopedia para el cuidado de los hijos?
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