Soy una defensora de la lactancia materna, pero también he usado biberones de leche artificial y creo que cada persona debe elegir la opción que considere conveniente.
Quiero empezar con dos artículos que he leído sobre lactancia a cuál más sorprendente.
El primero lo he leído en cuantaciencia y cuenta que se ha descubierto que la leche materna tiene azúcares complejos (que el bebé no puede digerir) con la función de "alimentar" a bacterias buenas presentes en el estómago del lactante. Me parece increible esta forma de proteger al bebé: alimentar a una bacteria. No me digais que no es alucinante la naturaleza o cómo queráis llamarlo.
El segundo artículo lo he leído en Kurioso y si bien habla de un ensayo experimental no deja también de ser sorprendente: el poder anticancerígeno de la lactancia materna, conocido ya en bebés, pero aplicado ahora a adultos. Está sin desarrollar pero nos sirve de base como para pensar en el inmenso poder de la lactancia. Os recomiendo su lectura.
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