Bueno, dormir bien del todo no se duerme. Me levanto con el cuerpo agarrotado. Creo que es más bien porque, de forma insconsciente, intento no moverme cuando estoy dormida.
Ahora bien, al menos DUERMO. Con el bebé en la cuna o en la cama, es común levantarse varias veces por la noche. Cuando el niño siente a su madre al lado está más tranquilo. Nos evitamos estar toda la noche de paseos.
Como veis, soy una defensora del colecho. Más bien me he hecho defensora. Tiene tantos detractores que a uno le cuesta confesar que la práctica.
Cuando el bebé tiene pocos meses podría ser un riesgo que quede "aplastado", pero en cuanto son un poco más mayores, es una delicia acostarte cogiéndole de la mano.
Es bueno para los padres y bueno para los hijos ¿por qué no habríamos de practicarla?. Al menos prueba el colecho una noche y descubriras sus ventajas.
Aunque ya sabéis mi lema: cada uno que escoja la opción con la que se sienta más cómodo.
Curiosamente, la palabra colecho no está en el diccionario y eso que se practica desde el inicio de la humanidad.
Foto | SQUAIO
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