EL AZOTE

Los padres que recurren a un azote de vez en cuando nunca lo consideran un castigo físico, sino una forma efectiva de corregir el comportamiento del niño.

A mí me dan escalofríos cuando alguien pega a un niño. Los niños son seres indefensos. Un niño que recibe un azote rápidamente aprende que la forma de solucionar los problemas es a base de golpes.

Cuento hoy todo esto a raiz de la noticia que veo publicada donde se cuenta que a día de hoy en España se sigue recurriendo al azote en los niños.

¿De verdad es necesario el castigo físico? El comportamiento se puede corregir con la autoridad de los padres sin tener que recurrir a la violencia.

Tenemos que enseñar a los niños que los asuntos complicados se pueden razonar y hablar sobre ellos.
Que actuar mal tiene consecuencias pero que estas no sean recibir daño físico.

Un niño es un ser excepcional. Son buenos por naturaleza y quieren a sus padres más que a nada en el mundo. Recibir daño de las personas que más amas es más doloroso que el azote en sí.

Los niños son egoistas (pues claro) y son traviesos (normal). Están aprendiendo las normas de conducta pero es lógico que sea aburrido cumplirlas.

Os recomiendo la lectura del artículo "Tu hijo es buena persona" del pediatra Carlos González aquí.

Educar desde el amor y la comprensión es el mejor regalo que podemos hacer a nuestros hijos.

Fuente | Noticia en el periódico El Mundo