A partir del primer año desaparece normalmente la siesta de por la mañana (sobre las 10 h) y a partir del segundo suele quitarse la siesta de por la tarde (a las 13 h). Esta es la infomación que saco de forma general.
Ahora bien, hay niños que con 3 años siguen durmiendo sus 2 horas de siesta. De hecho, en la mayoría de los colegios dan a los niños la opción de la siesta a esa edad. Y hay otros que con 5 años no se pierden la siesta de fin de semana.
En general, soy partidaria de suprimir la siesta cuando se vea que el niño no la necesita. Esto aumenta la calidad del sueño nocturno. Si bien para los padres esas siestas suelen ser un momento de respiro y de ocio y cuesta mucho desprenderse de ellas.
En todo caso, si el niño está cansado siempre hay que optar por siestas cortas de menos de 30 minutos, que le quiten la sensación de adormecimiento pero que no dificulten su sueño nocturno.
En mi opinión un niño debe de irse a dormir siempre antes de las 9 de la noche. Es preferible que se acueste pronto para levantarse más temprano y dedicar más tiempo a desayunar y prepararse para el colegio. Las mañanas en todas las familias suelen estar siempre llenas de prisas, hay que intentar bajar el ritmo matutino madrugando un poco. Todo esto está muy bien pero... ¿cómo se consigue que los niños se acuesten pronto? La única respuesta que conozco es: agotándolos hasta que caen rendidos, correr, saltar y jugar mucho.
Foto | Alvimann
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